jueves, 4 de octubre de 2012

LA MALA FE



LA MALA FE


Estremece la carga de maldad contenida en la última frase de Rajoy ("hay 180.000 extranjeros cobrando el seguro de desempleo"); asombra la mezquindad que le ha llevado a contarlos uno a uno; da miedo la naturalidad con la que afirma no haber dicho lo que dijo. El extranjero, el extraño, el que no es "de aquí". No hay miedo más atávico ni menos racional que el que se profesa al que tiene distinto el color de la piel, al que habla un idioma diferente, al que practica unas costumbres desconocidas, al otro, en fin, que viene a arrebatarnos el alma, la cultura, el dinero, el asiento del autobús, la cama del hospital... No por casualidad el término bárbaro, que originalmente significaba extranjero, ha devenido en sinónimo de bruto.
Entonces llega un señor que es "de aquí" de toda la vida, un señor que quizá es tonto, pero que es un tonto "de aquí", un tonto nuestro, y te sopla al oído: "Yo puedo acabar en dos patadas con toda esta gentuza que llena los servicios de urgencias, que hace cola en la ventanilla del paro, que cobra el seguro de desempleo, que lleva rastas o trenzas o que adereza la ensalada con salsas absurdas". Frente a un discurso de tal naturaleza, quién entra en complejidades intelectuales sobre el derecho a cobrar por lo que se ha pagado. No son de aquí y punto. Rajoy presume de señor de provincias, de sensato, de tener un sentido común excepcional y de odiar, lógicamente, al extranjero (una cosa lleva a la otra).
Si Ibarretxe hubiera pronunciado una frase como la del dirigente del PP, nos habríamos echado todos encima, y con razón, por nacionalista. Hay que ser muy nacionalista o muy malvado para decir que 180.000 extranjeros cobran el subsidio del paro (lo cobran -da vergüenza insistir- porque han cotizado previamente). O sea, que a lo mejor hay que ser muy nacionalista y muy malvado a la vez.
Juan José Millás. El País


1.- Resumen: Rajoy afirmó que 180.000 extranjeros cobran el seguro de desempleo, lo que provocó una reacción de malestar en quienes aceptan al otro como parte de su país, y a la vez exacerbó los ánimos de los xenófobos a quienes molesta que los extranjeros, residentes y trabajadores en España, tengan los mismos derechos; además culpan al inmigrante legal de los males de nuestras instituciones.

Hay mala fe y mucha maldad en esa frase, al igual que en el nacionalismo del PNV.

2.- Tema: - Valoración solidaria de una frase xenófoba y desafortunada, emitida por el líder del partido político de la oposición actual, Mariano Rajoy, y de las posibles consecuencias de dicha afirmación.

- Crítica de una frase emitida por Rajoy acerca del cobro del paro por los inmigrantes.

3.- Estructura: La estructura es circular o de encuadre. Desde el comienzo defiende su tesis: La maldad que encierra la frase emitida por el líder del PP.

De la línea 1-8 (primer párrafo) califica a Rajoy de mezquino y xenófobo por haber dicho que “180.000 extranjeros cobran el seguro de desempleo”. Reflexiona sobre el miedo ancestral al extanjero y explica el cambio semántico que ha experimentado el vocablo bárbaro (antes extranjero, ahora bruto.)

De la línea 9-16 (segundo párrafo) mediante un ejemplo común, de un español medio, reflexiona sobre la estupidez humana ante el extranjero, sobre el que critica al que no ha nacido aquí porque tiene los mismos derechos que todos los españoles, y porque tiene diferentes costumbres. En este contexto incluye a Rajoy al que sigue calificando como xenófobo.

De la línea 16-21 (tercer párrafo) compara a Rajoy con los nacionalistas vascos, a los que considera igual de malvados que Rajoy, pero, opina que la sociedad consiente menos a aquellos que a este. Millás da por hecho que los nacionalistas vascos –representados por Ibarretxe- son malvados, y Rajoy, con esta frase, también.

4.- Tipo de texto. Actitud e intencionalidad del autor.

Es un texto periodístico de opinión, concretamente una columna, ya que Millás escribe semanalmente en El País. En ensayístico porque defiende una tesis: la frase de Rajoy “180.000 extranjeros cobran el seguro de desempleo” encierra una gran maldad. También es humanístico porque se centra en el hombre  y alguna de sus facetas: sociológica y política. El modo de elocución predominante es la argumentación, si bien hay partes expositivas: la frase de Rajoy y la supuesta afirmación del tonto de aquí.

La actitud el autor es crítica y subjetiva. El autor se muestra indignado ante las afirmaciones del líder del PP, y durante todo el texto emplea argumentos de reflexión, de ejemplificación y comparación para defender su tesis. También se aprecia cierto tono de burla contra los xenófobos (línea 6) cuando afirma: “al que viene a arrebatarnos el alma”

La intención del autor es hacer reflexionar al lector. La función apelativa se manifiesta durante todo el texto en la elección del léxico que denuncia, en las frases cortantes, secas y rotundas. Son tan contundentes sus argumentos que al lector no le queda otro remedio que estar de acuerdo con el autor, si no quiere identificarse con los adjetivos valorativos que sugiere (xenófobo y estúpido); línea 9: “llega un señor… “de aquí”, un tonto nuestro…”. También está presente la representativa porque opina sobre una frase que ocasionó un gran revuelo en los medios de comunicación y en la sociedad. En el ejemplo de “el señor de aquí” compendia la opinión de un gran número de españoles, de ahí el uso de las comillas. La función expresiva está presente porque, aunque emplee la forma impersonal (hay que) y la 3ª persona: Estremece, asombra, da miedo, los sujetos que elige son valorativos: la carga de maldad, la mezquindad, la naturalidad con la que miente, así como los propios verbos que implican juicios. En el segundo párrafo, línea 13, con el uso de la modalidad interrogativa indirecta –retórica-: quién entra en complejidades intelectuales y con su lacónica respuesta: No son de aquí y punto, está haciendo hincapié en su postura. La función metalingüística aparece en las líneas 7 y 8 cuando explica la evolución semántica del vocablo bárbaro.


5.- Análisis sintáctico global del fragmento subrayado.



P1[Estremece la carga de maldad (contenida en la última frase de Rajoy)]; P2[asombra la mezquindad (que le ha llevado a contarlos uno a uno)]; P3[(da miedo la naturalidad) (con la que afirma) (no haber dicho) (lo que dijo))))].

Oración compuesta formada por tres proposiciones yuxtapuestas con valor de coordinadas copulativas.

P1: Formada por una principal (Estremece la carga de maldad) y una proposición subordinada adjetiva especificativa introducida por el participio contenida, cuyo antecedente es la carga de maldad (contenida en la última frase de Rajoy); toda la proposición cumple la función de C.N. o Adyacente de la principal, y el participio la de núcleo del predicado.

P2: Formada por una principal (asombra la mezquindad) y una proposición subordinada adjetiva especificativa introducida por el pronombre relativo que, cuyo antecedentes la mezquindad; toda la proposición cumple la función de C.N. o Adyacente de la principal, y el pronombre relativo, además de NX es el sujeto de la subordinada.

P3: Formada por una principal (da miedo la naturalidad) y una proposición subordinada adjetiva especificativa, introducida por el Sprep con la que, cuya función es la de CCM. El antecedente es la naturalidad. Toda la proposición realiza la función de C.N. o Adyacente de la principal. A su vez, dentro de esta adjetiva, encontramos dos proposiciones más: 1) no haber dicho: proposición subordinada sustantiva introducida por un infinitivo, cuya función es la de C.D., la cual a su vez contiene otra adjetiva sustantivada en función de C.D.: lo que dijo. Ambas son C.D. de la adjetiva. Y todas, junto con la naturalidad, son el sujeto de da miedo. La naturalidad con la que afirma no haber dicho lo que dijo, o sea, esto da miedo.

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