LA MALA FE
Estremece la carga de maldad contenida en la última frase
de Rajoy ("hay 180.000 extranjeros
cobrando el seguro de desempleo"); asombra la mezquindad que le ha
llevado a contarlos uno a uno; da miedo la naturalidad con la que afirma no
haber dicho lo que dijo. El extranjero, el extraño, el que no es "de
aquí". No hay miedo más atávico ni menos racional que el que se profesa al
que tiene distinto el color de la piel, al que habla un idioma diferente, al
que practica unas costumbres desconocidas, al otro, en fin, que viene a
arrebatarnos el alma, la cultura, el dinero, el asiento del autobús, la cama
del hospital... No por casualidad el término bárbaro, que originalmente
significaba extranjero, ha devenido en sinónimo de bruto.
Entonces llega un señor que es "de aquí" de
toda la vida, un señor que quizá es tonto, pero que es un tonto "de
aquí", un tonto nuestro, y te sopla al oído: "Yo puedo acabar en dos
patadas con toda esta gentuza que llena los servicios de urgencias, que hace
cola en la ventanilla del paro, que cobra el seguro de desempleo, que lleva
rastas o trenzas o que adereza la ensalada con salsas absurdas". Frente a
un discurso de tal naturaleza, quién entra en complejidades intelectuales sobre
el derecho a cobrar por lo que se ha pagado. No son de aquí y punto. Rajoy
presume de señor de provincias, de sensato, de tener un sentido común
excepcional y de odiar, lógicamente, al extranjero (una cosa lleva a la otra).
Si Ibarretxe hubiera pronunciado una frase como la del
dirigente del PP, nos habríamos echado todos encima, y con razón, por
nacionalista. Hay que ser muy nacionalista o muy malvado para decir que 180.000
extranjeros cobran el subsidio del paro (lo cobran -da vergüenza insistir-
porque han cotizado previamente). O sea, que a lo mejor hay que ser muy
nacionalista y muy malvado a la vez.
Juan José
Millás. El País
1.- Resumen:
Rajoy
afirmó que 180.000 extranjeros cobran el seguro de desempleo, lo que provocó
una reacción de malestar en quienes aceptan al otro como parte de su país, y a
la vez exacerbó los ánimos de los xenófobos a quienes molesta que los
extranjeros, residentes y trabajadores en España, tengan los mismos derechos;
además culpan al inmigrante legal de los males de nuestras instituciones.
Hay mala fe y mucha maldad en esa frase, al
igual que en el nacionalismo del PNV.
2.- Tema:
-
Valoración solidaria de una frase xenófoba y desafortunada, emitida por el
líder del partido político de la oposición actual, Mariano Rajoy, y de las
posibles consecuencias de dicha afirmación.
- Crítica de una frase emitida por Rajoy
acerca del cobro del paro por los inmigrantes.
3.- Estructura:
La
estructura es circular o de encuadre. Desde el comienzo defiende su tesis: La
maldad que encierra la frase emitida por el líder del PP.
De la línea 1-8 (primer párrafo) califica a
Rajoy de mezquino y xenófobo por haber dicho que “180.000 extranjeros cobran el
seguro de desempleo”. Reflexiona sobre el miedo ancestral al extanjero y
explica el cambio semántico que ha experimentado el vocablo bárbaro (antes
extranjero, ahora bruto.)
De la línea 9-16 (segundo párrafo) mediante
un ejemplo común, de un español medio, reflexiona sobre la estupidez humana
ante el extranjero, sobre el que critica al que no ha nacido aquí porque tiene
los mismos derechos que todos los españoles, y porque tiene diferentes costumbres.
En este contexto incluye a Rajoy al que sigue calificando como xenófobo.
De la línea 16-21 (tercer párrafo) compara a
Rajoy con los nacionalistas vascos, a los que considera igual de malvados que
Rajoy, pero, opina que la sociedad consiente menos a aquellos que a este.
Millás da por hecho que los nacionalistas vascos –representados por Ibarretxe-
son malvados, y Rajoy, con esta frase, también.
4.- Tipo
de texto. Actitud e intencionalidad del autor.
Es un texto periodístico de opinión,
concretamente una columna, ya que Millás escribe semanalmente en El País. En ensayístico porque defiende
una tesis: la frase de Rajoy “180.000
extranjeros cobran el seguro de desempleo” encierra una gran maldad.
También es humanístico porque se centra en el hombre y alguna de sus facetas: sociológica y
política. El modo de elocución predominante es la argumentación, si bien hay
partes expositivas: la frase de Rajoy y la supuesta afirmación del tonto de aquí.
La actitud el autor es crítica y subjetiva. El
autor se muestra indignado ante las afirmaciones del líder del PP, y durante
todo el texto emplea argumentos de reflexión, de ejemplificación y comparación
para defender su tesis. También se aprecia cierto tono de burla contra los
xenófobos (línea 6) cuando afirma: “al
que viene a arrebatarnos el alma”
La intención del autor es hacer
reflexionar al lector. La función
apelativa se manifiesta durante todo el texto en la elección del léxico que
denuncia, en las frases cortantes, secas y rotundas. Son tan contundentes sus
argumentos que al lector no le queda otro remedio que estar de acuerdo con el
autor, si no quiere identificarse con los adjetivos valorativos que sugiere
(xenófobo y estúpido); línea 9: “llega un
señor… “de aquí”, un tonto nuestro…”. También está presente la representativa porque opina sobre una
frase que ocasionó un gran revuelo en los medios de comunicación y en la
sociedad. En el ejemplo de “el señor de
aquí” compendia la opinión de un gran número de españoles, de ahí el uso de
las comillas. La función expresiva está
presente porque, aunque emplee la forma impersonal (hay que) y la 3ª persona: Estremece,
asombra, da miedo, los sujetos que elige son valorativos: la carga de maldad, la mezquindad, la
naturalidad con la que miente, así como los propios verbos que implican
juicios. En el segundo párrafo, línea 13, con el uso de la modalidad
interrogativa indirecta –retórica-: quién
entra en complejidades intelectuales y con su lacónica respuesta: No son de aquí y punto, está haciendo
hincapié en su postura. La función metalingüística
aparece en las líneas 7 y 8 cuando explica la evolución semántica del vocablo bárbaro.
5.- Análisis
sintáctico global del fragmento subrayado.
P1[Estremece la carga de maldad (contenida en la última frase de
Rajoy)]; P2[asombra la mezquindad (que le ha llevado a contarlos uno a uno)]; P3[(da
miedo la naturalidad) (con la que afirma) (no haber dicho) (lo que dijo))))].
Oración compuesta formada por
tres proposiciones yuxtapuestas con valor de coordinadas copulativas.
P1: Formada por una principal
(Estremece la carga de maldad) y una proposición subordinada adjetiva
especificativa introducida por el participio contenida, cuyo antecedente es la
carga de maldad (contenida en la última frase de Rajoy); toda la
proposición cumple la función de C.N. o Adyacente de la principal, y el
participio la de núcleo del predicado.
P2: Formada por una principal
(asombra la mezquindad) y una proposición subordinada adjetiva especificativa
introducida por el pronombre relativo que,
cuyo antecedentes la mezquindad; toda
la proposición cumple la función de C.N. o Adyacente de la principal, y el
pronombre relativo, además de NX es el sujeto de la subordinada.
P3: Formada por una principal
(da miedo la naturalidad) y una proposición subordinada adjetiva especificativa,
introducida por el Sprep con la que,
cuya función es la de CCM. El antecedente es la naturalidad. Toda la proposición realiza la función de C.N. o
Adyacente de la principal. A su vez, dentro de esta adjetiva, encontramos dos
proposiciones más: 1) no haber dicho: proposición
subordinada sustantiva introducida por un infinitivo, cuya función es la de
C.D., la cual a su vez contiene otra adjetiva sustantivada en función de C.D.: lo que dijo. Ambas son C.D. de la
adjetiva. Y todas, junto con la
naturalidad, son el sujeto de da
miedo. La naturalidad con la que afirma no haber dicho lo que dijo, o sea, esto da miedo.
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