jueves, 20 de septiembre de 2012

POR AMOR



POR AMOR



            Un teniente de la Infantería de Marina llamó una noche a una soldado que estaba a sus órdenes y le ordenó desnudarse delante de él para hacerle la “prueba del frío”, sin la cual, dijo, no obtendría nunca “la boina”, que debe de ser algo así como el título. La chica, aterrorizada, se humilló ante su superior, de nombre Iván Mariano Moreno (tomen nota, por si se tropiezan con él en un callejón), y regresó llorando al cuerpo de guardia. El teniente fue condenado a cinco meses de prisión, que recurrió por parecerle demasiado. El Supremo ha ratificado la condena y santas pascuas, o sea, que el individuo no ha sido expulsado a patadas de la Marina, ni la soldado, que lleva un año de baja por depresión, ha sido indemnizada. No es raro que haya que cerrar todos los días alguna instalación militar por falta de aspirantes.

            Lo mejor de todo es que el abogado del teniente humillador alegó que el desnudo femenino está a la orden del día en el cine y en las revistas y en la televisión, por lo que en cierto modo se trataba de una orden razonable. A este otro individuo tampoco le han quitado aún, que nosotros sepamos, el carné de abogado. Es probable que mientras yo escribo este artículo, o mientras usted lo lee, continúe rompiendo el equilibrio ecológico con sus razonamientos. Es todo muy tranquilizador. De hecho, y dado que el teniente psicópata pidió disculpas a la soldado, no nos extrañaría que se dijera de él que su conducta fue impecable. ¿Les suena la frase?

            Curiosamente, en la página de al lado del periódico en el que leí esta noticia de psicoterror aparece otra según la cual los obispos de Estados Unidos están intentando suavizar las condenas contra los curas pederastas (suponemos que en la misma línea del abogado defensor del teniente: porque la pederastia está a la orden del día). Y un poco más abajo, en la misma página, aparece el siguiente titular: “Un hombre arroja a su mujer por la ventana”. Imaginamos que si la arrojó por amor, como el del hacha, será absuelto. Esto es lo que se le olvidó al defensor del teniente psicópata: decir que había desnudado a la soldado por amor. Por amor a la patria, se entiende. Dios nos asista.

Juan José Millás. El País




1.- TEMA
  • Crítica irónica a los abusos a mujeres y niños por parte de hombres desalmados.
  • Crítica de manera sarcástica a las vejaciones / humillaciones a que son sometidas las personas más débiles.
  • Crítica mordaz a la impunidad social ante las vejaciones que sufren los seres más débiles: algunas mujeres y los niños.
  • Crítica mordaz a la impunidad social generalizada ante la violencia machista y depravada.

2.- RESUMEN
            En un periódico aparecen tres noticias acerca de abusos a mujeres y niños. La primera la protagoniza un teniente de la Marina, a quien obligar a desnudarse a una soldado sólo le acarrea una prisión de cinco meses, mientras que ella entra en una depresión. El abogado del humillador argumentó en su defensa que el desnudo femenino “está a la orden del día”.
La segunda noticia proviene de EEUU, donde los obispos pretenden suavizar las condenas contra los curas pederastas. Y la última aparece con el titular: “Un hombre arroja a su mujer por la ventana”. Es obligada la pregunta: ¿Por amor? O ¿la maté porque era mía?

3.- ESTRUCTURA
            Está estructurado en tres párrafos, siendo el tercero el que condensa el tema.
Primer párrafo. Se aproxima al tema de los abusos a mujeres con un ejemplo de una noticia periodística: una soldado es obligada a desnudarse por un teniente de la marina, y el hecho no tiene graves consecuencias para él. Utiliza una suave ironía en su exposición.
Segundo párrafo. Comentario en tono irónico de las consecuencias del suceso: cinco meses de prisión para el hombre, una depresión para la mujer. El abogado arguye en su defensa lo habitual del desnudo femenino en los medios de comunicación.
Tercer párrafo. Aborda frontalmente el tema de la violencia machista y el de la pederastia. Aquí la ironía ya es mordaz. Y es donde defiende su tesis: Que la hipocresía social ha utilizado “el amor” como argumento para justificar el abuso a los más débiles.

3.- ACTITUD e INTENCIONALIDAD DEL AUTOR
Millás muestra una actitud crítica como es habitual en sus textos, aunque en este texto, dadas las peculiaridades del tema que trata, su actitud es más dura, es irónica y sarcástica. Es la más apropiada para denunciar los abusos en los que se centra, y para despertar conciencias dormidas, intencionalidad latente en el texto.
            Utiliza una ironía mordaz, casi sarcástica para denunciar la impasividad social ante las constantes manifestaciones de violencia machista. Donde dice: “Lo mejor de todo” (línea 8) y “Es todo muy tranquilizador” (línea 11) quiere decir justamente lo contrario. Cuando inicia el tercer párrafo con el adverbio “Curiosamente” quiere decir “como siempre”.
            La ironía es un recurso literario que permite el distanciamiento del objeto comentado y con ello se logra mayor efectividad comunicativa; está presente por tanto la función poética o literaria. Este recurso alcanza su punto álgido en las tres últimas líneas cuando afirma que “Por amor” –título del artículo- se comenten las atrocidades señaladas con algunos de los seres más débiles.
            La función representativa está presente en el texto porque expone unos hechos y también la apelativa porque trata de influir en la sensibilidad del lector y obligarlo a que reflexione sobre lo que sucede. Y lo hace de dos formas, la ironía ya comentada, y la otra es la estructura argumentativa empleada: La inductiva. Inicia el texto con un ejemplo grave, pero menos que el tema que pretende denunciar, para poco a poco ir llevando al lector hacia lo que a él le interesa denunciar: la pederastia y la violencia machista, ambos temas condensados en el último párrafo con las palabras esenciales y con el titular del periódico: “Un hombre arroja a su mujer por la ventana”.
 

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